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  La 
          novela reviste la forma de una investigación detectivesca llevada a 
          cabo por Frank Rosales, colega y amigo del ejecutivo asesinado. Morote demuestra 
          aquí una nada frecuentes dotes narrativas: el relato, enormemente ágil 
          y de gran eficacia satírica, jamás inverosímil pese a 
          bordear deliberadamente en ciertos momentos la caricatura, ofrece una insólita 
          combinación de intriga policial y humor basado en la observación 
          psicológica y social, y maneja con inusual pericia un abigarrado y 
          vario pinto censo de personajes y escenarios que nos describe, con soltura, 
          chispa y perspicacia, dos mundos diferentes y las mujeres que los unen y desunen. 
          Suerte para todos revela un narrador en plena posesión de su oficio: 
          una de las más gratas sorpresas de la narrativa hispánica reciente". 
          (Seix Barral, ediciones de España y México) 
          
          Crítica 
         Juan A. Masoliver Ródenas. (LA
          VANGUARDIA, Barcelona, 10/2/1995) 
          Extracto: 
         "Morote ha construido así un original y ágil contrapunto 
          que le permite criticar tanto la codicia de la sociedad norteamericana (representada 
          por el World Financial Center y por Manhattan: "la felicidad es esto: 
          llegar aquí y poder contemplar la ciudad más rica del mundo", 
          exclama el padre de Pipe, el Gran Gatsby) como la violencia y la corrupción 
          en México. Desde el punto de vista ecológico hay una clara oposición 
          entre la ciudad y el campo. Añádase el hecho de que Frank está 
          anotando delante de nuestros propios ojos, es decir, presenciamos el proceso 
          de la escritura. Y la complejidad de nuevas situaciones que van complicando 
          la intriga (...) Todo hace de "Suerte para todos" una novela inteligente, 
          sutil, amena y desconcertante en su originalidad".  
             
         
        QUIMERA. España. Revista literaria. Nº 133. Febrero 1995. Extracto: 
        "Es una suerte leer Suerte para todos, del escritor peruano Herbert
          Morote (...) Y digo que es una suerte porque, con esta novela, no cabe duda
          que Morote merece un puesto principal en el panorama de la literatura hispanoamericana
          contemporánea, por los recursos expresivos, por la búsqueda 
          y utilización de las estructuras narrativas enriquecedoras para la 
          construcción de la novela, por su <preocupación social> 
          que le hace, con fina ironía, próxima a la de su compatriota 
          Bryce Echenique denunciando ciertos males". Mercedes Serna.  
             
         
        DIARIO
          16 ( Madrid, 11 de febrero, 1995) Extracto: 
        "Escrita si no en clave de humor, sí con una tremenda ironía 
          que lo sitúa al borde de él, la novela coloca una lupa de aumento 
          sobre dos mundos totalmente opuestos: el empresarial al que pertenece el asesinado, 
          y el rural de donde proviene el asesino. (...) El acercamiento al mundo empresarial 
          se manifiesta dentro de un análisis más psicológico de 
          los personajes, aunque también hay espacio dedicado a la reflexión 
          social. (...) El autor utiliza el diálogo con soltura y presenta las 
          situaciones en forma amena. Con este libro el nombre de Herbert Morote se 
          puede incluir entre esos autores nuevos que se están publicando en 
          los últimos meses en España.  
        Muchos 
          otros periódicos españoles comentaron el libro, entre ellos: 
        
         
          SUPLEMENTO
          DOMINICAL EL COMERCIO, Lima, Perú, junio 2001. Extracto: 
        "Morote sabe comprometernos con sus personajes y los brutales entornos 
          -Wall Street y la sierra mexicana- donde han de sobrevivir sin perder su dignidad 
          y esperanzas. Es memorable la escena en la que luego de peligro y ausencia, 
          el padre de Honorino retorna por su pequeño hijo, la ternura y el desamparo 
          de los personajes nos recuerda el célebre encuentro de Jean Valjean 
          con la niña Cósete en <Los miserables>. Aciertos como 
          ese abundan en Suerte para todos. Sin embargo, la novela también tiene 
          sus desaciertos. Aunque el argumento, cautivante desde el inicio, promete 
          una intriga policial de corte político termina en un desenlace que, 
          si bien mantiene el dramatismo, nos deja insatisfechos. Otra objeción 
          posible es que la preocupación social de Morote hace que los pobres 
          sean siempre pobres mientras que los ricos son muy malos y el autor les dispensa 
          a estos últimos una sátira no siempre refinada". Camilo
          Torres.               
                 
         
        EL
          COMERCIO. 1 De diciembre de 1999. Extracto: 
        "Cargada de diálogos 
          que oscilan entre lo excesivo y lo ingenioso, una lectura atenta de esta novela 
          debería llevarnos a reflexionar sobre nuestra propia vida".   |